Como tantas veces hemos tratado en clase, he decidido que mi
disertación esta vez trate sobre un tema que está bastante presente en el
Barroco y con el que topamos constantemente incluso en la actualidad. Quería
hablar de la fugacidad de la vida (Tempus fugit). Ahora aquí mi pregunta: ¿de
verdad es que la vida es fugaz o solo consta de la percepción que tenemos de
nuestro alrededor según nuestro estado de ánimo?
Para mí es bastante difícil de responder a la pregunta que
he planteado porque pienso que una de ellas no tiene razón y la otra… si la
lleva pero con condiciones. ¿Es fugaz? Yo pienso que sí. Básicamente vivimos en
solo un suspiro. ¿Una persona cuánto puede llegar a vivir? ¿80? ¿90? ¿Quizás
100?... pero no mucho más. ¿Cuánto tiempo es eso comparado con los siglos,
épocas, años, milenios…? Mínimo. También es cierto que yo misma, al hacer esta
comparación de por qué la vida es fugaz utilizando el transcurso del tiempo
hasta ahora, no estoy aclarando de que la vida sea fugaz en sí, sino utilizando
mi propia percepción del mundo. ¿Entonces cómo sabemos a qué podemos llamarle
fugaz y a qué no? Pongo un ejemplo para que podáis entenderme mejor. Imagina
dos personas. Sois tú y tu amigo. Lleváis juntos desde los cinco años. Ambos conversáis
del tiempo pasado desde que os conocéis. Miras atrás en el tiempo. A tus
recuerdos más antiguos y piensas: -hace nada jugábamos al pille pille y al
escondite en el parque. Lo recuerdo como si fuera ayer.
En cambio tu amigo mira sus recuerdos y dice: -Pues no estoy
de acuerdo contigo. Si de eso hace muchísimo tiempo. Ha pasado mucho desde
entonces.
¿Cómo respondemos a esto? ¿En realidad ha pasado rápido o de
verdad ha sido una eternidad? Solo con este ejemplo nos fijamos de que entonces
esa fugacidad tan aclamada en el Barroco no tiene ni pies ni cabeza. La vida no
es fugaz ni deja de serlo. Simplemente pasa el tiempo. Tan solo es la
percepción que tenemos cada uno de nosotros.
Lo siguiente ha responder es: ¿depende la percepción de la
vida de nuestro estado de ánimo? Pues al principio respondería rotunda a la
pregunta que sí. Según como nos encontremos se nos pasa más rápido o más lento
pero… si me paro a pensarlo… siempre decimos que cuando nos encontramos bien
emocionalmente todo pasa más rápido pero… entonces acabo de toparme con una
contradicción. Si el Barroco era una sociedad en crisis como bien han explicado
Rafa y Natividad, se supone que la gente estaba mal. Hay crisis tanto
económicamente, como en las creencias,… entonces, ¿por qué si lo estaban
pasando mal existía esa percepción del tempos fugit? Se supondría que según
nuestro pensamiento ese de que cuando se está mal se te hace el tiempo
eterno cuando estás bien parece un
suspiro, pues la gente tendría como concepto que la vida era larga y pesada.
Con ese concepto tan pesimista de la época eso no debería ser así. Pero lo era.
Con lo cual rompe todos los esquemas de que nuestro estado de ánimo no influye
en la percepción de nuestra vida en general o la de los demás.
Volviendo ha retomar mis hipótesis sobre mi posición, la
conclusión es que la fugacidad no existe. ¿Es nuestra percepción? Si lo es.
Pero esa percepción solo es la manera que tenemos cada uno de mirar nuestros
recuerdos, el presente o incluso el pasado. Eso sí… no podemos pensar que
nuestro estado emocional influirá en ello.